Por: Kelly Luna Suarez.
Soy Esther Beltran, tengo 22 años y tengo TID (trastorno de identidad disociativo o personalidad múltiple). Es cuando una persona está bajo el control de hasta 8 identidades distintas de forma alternativa, pero en otros casos alcanza hasta 15. Además, algunas veces no se puede recordar información tales como: acontecimientos cotidianos, información personal importante y/o sucesos traumáticos o estresantes.
Para mí es como una
desconexión del momento, como si las otras 3 identidades quisieran tomar el
mando de mi cuerpo, a veces siento que el tiempo no pasaba igual en algunos
momentos, no recordaba algunos hechos, despertaba en otros lugares y no sabía
porque estaba ahí, las personas a mi alrededor me decían que estaba haciendo
algo inusual que no solía hacer, o estaba muy motivada.
Mis tres yo’s te invitamos a
que nos conozcas, pero no tan a profundos, ya que a una de ellas le incomoda
que invadan su espacio personal y puede despertar sus impulsos agresivos…
Persona N°1 (Pasivo)
El primer día en que empecé a
notar estos cambios fue cuando iba a un encuentro con dos primas Carla y Mariana,
ellas venían de Lima por una semana de sus vacaciones y a la vez que visitaban
a mi abuela, nos fuimos al karaoke y luego a un cine box, todo estaba siendo
tan divertido. En el momento de escoger la película, ellas cuentan que me quedé
mirando por varios minutos al suelo y de la nada mi expresión de la cara cambió.
Se asustaron por un instante
ya que cuando me llamaban por mi nombre no respondía. Mariana se acercó a mí y
me tocó el hombro derecho, ellas dijeron que me levanté de un salto y salí para
la calle, compre una botella de agua y me fui caminando. No entendían que
pasaba, asustadas me siguieron y vieron como me sentaba en la pequeña plaza.
Sintieron tanto miedo de preguntar qué era lo que hacía, a lo cual respondí:
“Me sentí incomoda, no me gusta ese espacio cerrado”.
Estuve como 15 minutos ahí,
mirando a las personas caminar, y tomando de la botella de agua, luego
decidieron tocarme el hombro de nuevo para regresar al cine box, ellas pensaron
que era una broma de mal gusto, me levanté y mi expresión volvió a cambiar, era
yo de nuevo. Me volteé hacia ellas y les pregunté: ¿Por qué estamos afuera?
Carla soltó una risa incómoda
y malhumorada mientras que decía: “¿Me estás jodiendo? Si querías asustarnos
hoy, pues lo conseguiste, pero no me gustó esta broma”. Enojada, tomó la mano
de Mariana y se fueron en el primer taxi que paró. Todo lo que pasó se lo
contaron a mi madre, lo peor es que ella me miro con decepción, ya que yo no
era de hacer estas cosas. Ellas se enojaron conmigo y no me hablaron durante
los días restantes de su visita.
Mi madre ya comenzaba a
sospechar y me sentó en la mesa para conversar: “Esto que acaba de pasar no es
la primera vez, así que quiero saber que es lo que pasa contigo, tu no eres
así”, comencé a llorar y le contesté: “Yo tampoco lo sé, no comprendo que es lo
que está mal, yo no hice nada de lo que dice ella, no lo recuerdo”, ella me
respondió: “Mañana iremos a visitar a un psicólogo, es una amiga que te ayudará
en lo que quieras, quizá a mí no me lo puedas contar, pero ella será alguien en
quien confiar”.
Al día siguiente empezamos con
la primera sesión, mi madre le contó lo sucedido, la psicóloga me indicó que
podría ser un cambio emocional, pero aún no justificaba por qué no recordaba lo
que hacía, así que tuvimos 15 sesiones más, en la última resultó que tenía TID
y esta nueva personalidad sería todavía un inicio de la segunda, y luego
tercera, pero debería aprender a controlarme y controlarlos.
El primer paso fue aceptar que
tenía que lidiar con las personalidades, el segundo paso es conocer más y ver
qué es lo que le incomoda. Por ejemplo, esta primera personalidad es pasiva, no
le gusta los espacios cerrados, toma mucha agua cuando se siente nerviosa, no
le gusta el cabello suelto, le encanta las poleras, odia los colores fuertes,
no le gusta maquillarse, pero trata de que se vea un poco natural, su bebida
favorita es el agua con gas de limón, odia socializar y no le gusta pisar las
líneas, todo debe estar ordenado y no debe de estar sucio la habitación o el
lugar donde se vaya a sentar.
A ella le gusta salir entre el
medio día y lo bueno es que poco a poco me está dejando recordar que es lo que
hace mientras ella está al mando, por ahora tengo un camino largo por descubrir
porque siento que ella tiene más cosas escondidas y trato de descubrir que es
lo que quiere.
Persona N°2 (Agresiva)
Conocí a esta personalidad
cuando salía con mis amigos, era fiestera pero la más malcriada de todo el
grupo. Mi vestimenta era super exagerada, maquillaje alrededor de los ojos de
color negro, cabello suelto y despeinado, odia las faldas y vestidos, pero lo
que más le gusta es siempre decir la verdad sin importar que tenga
consecuencias o afecte a las otras personas.
Puedo decir que el día que se
manifestó, me escape de casa para ir a la fiesta de una de mis mejores amigas,
recuerdo ir con un polo escotado y pantalones negros. Cuando llegué empecé a
beber y a bailar, pasaron uno instantes cuando un chico se me acercó y me
invitó a seguir bailando con él, le dije que no y me aparte a un grupo de puras
chicas, él insistía demasiado que acabó irritándome, de la nada lo agarré del
brazo y le dije: “asqueroso pervertido, te dije que no y si no quieres seguir
enojándome, aléjate de mí”
Él pensó que era una broma y
me tomó de la cintura, no soporté y le di un golpe en su mejilla, fue tan
escandaloso y vergonzoso, algunos chicos lo sacaron y no lo tomaron con
importancia. Regresé a casa y mi madre me esperaba sentada, me gritó, pero no
hice caso, tampoco me importó.
Esta personalidad me dejó
recordar todo bien detallado, sim embargo si yo hubiera tomado el control, no
hubiera ido a esa fiesta, hasta ahora con recordar me siento incomoda. A ella
no le gusta que toque su ropa y sus joyas y, que algunas veces no diga la
verdad, si pasa esto, ella quiere salir y decirlo a toda costa. A veces me
desespera un poco, pero a quien más he estado controlado es a esta
personalidad, pero olvidé monitorear a las otras 2.
Persona N°3 (Suicida)
Esta es una personalidad con
la que he lidiado desde que se manifestó. Empezó cuando recordaba sucesos
traumáticos de mi infancia en periodos cortos pero sucesivos, comenzaba a hacerlos
realidad, es decir, algunas veces lo “teatralizaba” inconscientemente, algunas
veces lo digo en voz alta ocasionando que la gente me mire de una manera rara e
incómoda.
Ella es demasiado delicada, es
demasiado sensible, creo que con solo hablarle se pondría a llorar y echarse la
culpa por existir, es demasiado exagerada y lo peor es que puede idearse para
hacerse daño.No le gusta mucho espacio, prefiere quedarse sentada en una
esquina, esto provoca que la personalidad uno se incomode, a veces no ordena y
se queda sentada o echada.
Creo que ella siente que no
tiene valor, siempre me hace recordar una y otra vez todo el daño que sufrí en
la infancia.
Llega a incomodar, pero es
demasiada terca, ama el metal y el punk, no le gusta salir y no reclama, solo
llora sin consuelo. Como es demasiado sumisa, la he podido controlar en un 80%,
al principio me sentí bien porque ya estoy empezando a lidiar con ellos.
Ya para la casi última sesión
del mes con la psicóloga me dijo que ya pasé la etapa de la aceptación, ahora
falta la etapa de la convivencia y la lucha constante para evitar que no me
hagan daño. Me dijo que algunas veces se pueden unir para provocarme que me
sucedan cosas tanto malas como buenas, que no me confié y que siempre este
conversando con ellas.
También me recetó antidepresivos, me ayuda un poco porque tengo unas pequeñas horas sin escuchar las voces de las demás, pero lo que si me sucede más seguido son los dolores de cabeza. Me estoy tratando de acostumbrar, sé que podré seguir viviendo en la sociedad con este trastorno, y no dejar que me dominen, solo es cuestión de conversar ¿Qué mal podría pasar?
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