Por Aldahir Luque.
Segundo año de Ing. Ambiental, apasionada por el baile, Katherine Monroy Huanca, dejo la calidez de su familia con apenas 17 años para construir su futuro en Arequipa.
Futuro
frustrado, cuando fue hallada muerta en su habitación, asfixiada y quemada, por
quien alguna vez dijo amarla, Renso Condori. Katherine forma parte del 45 % de
mujeres asesinadas antes de los treinta años.
El
incremento de las penas no persuade a los feminicidas, esta medida aunque de
sinceras intenciones, no puede acabar por si sola con este problema social,
mientras haya la ausencia de diversas políticas relacionadas y orientadas a
resolverlo, casos como los de Katherine se volverán a repetir.
Katherine Monroy Huanca había terminado la
relación que sostenía con Renso Condori el domingo 18 de noviembre. Tres días
después, miércoles en la madrugada, el cuarto que rentaba en el segundo piso,
de la asociación Francisco Mostajo Paulet – Miraflores, se incendiaba. El fuego
ocultaba un crimen, como lo demostraría la posterior investigación de la
policía. La familia que vivía en el primer piso, abandono la vivienda ante el
aumento de las llamas, Katherine no aparecía, por lo cual junto a los vecinos,
vociferan que salga de la casa, sus esfuerzos no pudieron hacer mucho, los
bomberos encontraron el cuerpo, que en un primer momento se pensó que se
trataba de una muerte causada por el fuego.
En horas de la mañana donde ya se sospechaba del
delito de feminicidio, aparece en los alrededores el exnamorado, gracias a la
alerta de algunos vecinos a la policía, Renso Condori es detenido como
sospechoso, quien en un inicio se declaró inocente, justificando su estancia en
el lugar del crimen por la difusión de los medios digitales del suceso.
Finalmente termina confesando su delito, reconociendo el ahorcamiento, y la
autoría del incendio con la finalidad de despistar, así como, ocultar su
crimen. El 25 de noviembre le dictan 9 meses de prisión preventiva en la sala
de Mariano Melgar presidida por el juez de investigación preparatoria Edwin
Esteban Huanca, a pedido de la Dra. Ticona Oviedo, titular del primer despacho
de la Investigación Preparatoria de la fiscalía Provincial Penal Corporativo.
Los padres de Katherine, llegan la tarde del
miércoles desde Juliaca-Puno quienes exigieron que se haga justicia para su
hija, al tiempo que su hermana, pedía la cadena perpetua para el responsable.
Katherine Monroy caminaba por la vida con la
seguridad de ir por el sendero correcto, responsable en los estudios lo
combinada con su afición por el baile, contexto donde conoce a Renzo Condori,
quien se convertiría en su verdugo. Ambos de 18 años deciden empezar una
relación, que se fue mermando por la actitud celosa y controladora de Renzo,
cansada de esta situación Katherine decide finalizarlo, sin imaginar lo que
sucedería.
Renzo fue sentenciado a 16 años de cárcel en
medio de un proceso judicial marcado por la indolencia hacia los familiares de
la víctima. Kreimer Monroy, hermana de Katherine, dice que su familia no fue
notificada de las audiencias y que la fiscal no estuvo presente en la sentencia
del juez, desvirtuando la búsqueda de la pena máxima de 35 años al agresor que
anhela su familia.
No hay un punto de quiebre, más mujeres siguen
siendo asesinadas bajo similares circunstancias, sin que se avizoren soluciones
concretas para poner fin a estos crímenes, esta situación concierne a toda la
sociedad, pero hay una gran parte de la sociedad que califica o justifica estos
delitos. Cada nueva víctima de feminicidio es la muestra de la incapacidad de
actuar de forma coordinada, no solo se necesita de políticas, la sociedad debe
asumir su responsabilidad.
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